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En el marco de nuestro “Mes de la Salud Mental”, realizado en octubre 2021, y que coincide con el natalicio de nuestro querido fundador José Luis Ysern de Arce, les presntamos una colección de relatos y vivencias de quienes compartieron con él en su vida.

“Tengo muchos gratos momentos guardados en mi corazón con el Padre José Luis pero el más importante, que me marcó sin duda fue cuando fue a mi casa a verme pues yo estaba muy afectada ya que me había enterado de que mi Padre estaba gravemente enfermo, el fue a darme palabras de consuelo que quedaron grabadas en mi mente. Gracias Padre!!!!!. Un abrazito gigante al Cielo. 🥰🥰🥰🥰”

C.B.

“Llegó a mi vida con una luz de esperanza y amor, me ayudó a encontrar la paz y el perdón en mi corazón siempre que necesitaba una palabra hay estaba el dispuesto a escuchar, cariñoso, cercano, carismático y con un humor especial sin duda cuesta encontrar personas auténticos sin anteponer su interés y ego un beso al cielo.”

C.C.

“El 23 de enero de 1983 nací muy prematuramente y el 25 de enero, el Padre José Luis me bautizó en el hospital. En mis años de colegio asistía con mucha fe y alegría a la misa de las 20 horas en la Catedral, era la única misa que me motivaba por las palabras y anécdotas del Padre. En 2013 y 2019 fui mamá y el Padre bautizó a mis dos hijas, tal como lo había hecho conmigo hace tantos años. Eso será por siempre inolvidable para mí”.

C.L.

“Conocí a José Luis en el año 2005, desde el inicio me impresionó su forma de ser tan especial: cercano, sencillo, empático, acogedor, sincero y alegre… Me llamó la atención conocer un “cura” alejado de la formalidad (que generalmente acompaña el prototipo) e inmediatamente me di cuenta que me encontraba ante una persona especial. Desde ese día, descubrí un José Luis multifacético y al mismo tiempo integrado, comprometido con una causa y a la vez abierto a la diversidad. Lo que más me cautivó en un primer momento de su personalidad fue la capacidad de aceptar la “diversidad” que incomoda, que se aleja de la propia cosmovisión y se distancia de las propias creencias… Considero que este es un LEGADO RELEVANTE QUE COMO ESCUELA DE PSICOLOGÍA DEBEMOS CUIDAR y PROMOVER.”

M.P.

“Corría el año 1996, cuando era una estudiante se segundo año de la carrera educación parvularia, me acerque a él, para calmar mi angustia, pues sabía que sería madre soltera, estudiante. Le conté y con mucha alegría me felicitó, cosa que yo no esperaba, menos de un sacerdote. Me acompañó y guió espiritualmente en este proceso y como cristiana. Hasta hacer mi confirmación. Sin duda el mejor apoyo que pude tener. Hoy tengo un hijo maravilloso, egresado de Psicología…”

C.P.

“Son muchas, fue mi confesor, mi guía, mi amigo por 34 años. Si tengo que elegir alguna fueron sus sabias palabras, su compañía y cariño cuando se suicidó mi hermano (alumno de él en la UBB) y luego en el suicidio de mi padre y a los 2 días la muerte de mi madre. Cada año en el retiro de Semana Santa u otra ocasión en que yo le necesitaba o me confesaba y me decía que “mierda” te pasó ahora Animari. Siempre tuvo tiempo para mi como de seguro para muchos, jamás podré olvidarle, le llevaré por siempre en mi ❤ y oraciones al cielo. Gracias mi querido Padre José Luis. 🌹”

Animari.

“Llegué al Dpto. de Ciencias Sociales cuando se llamaba “Historia, Geografía y Ciencias Sociales (éramos apenas 8 a 11 docentes), corría el año 1993, éramos solo dos psicólogos, un sacerdote y flamante Dr. en Psicología y quien escribe, novato y lleno de ilusiones. Inmediatamente hicimos migas con José Luis y en los asados en casa era de los primeros en llegar y de los primeros en retirarse por sus múltiples compromisos. Eran tertulias animadas, charlábamos de lo humano y de lo divino, de filosofía, psicología, política y muchos temas mas que nos entusiasmaban y planificábamos el futuro sin tener claro donde llegaríamos pero sabiendo que estaríamos juntos.
Desde aquellos encuentros en casa o en los cafés de mitad de mañana junto a los colegas tuve la suerte de saberme querido y validado (que importante era) por este hombre de otro mundo que permitió que de todo el respeto que le tenía, algo se traspasara a su institución religiosa bastante distante de mis amores. Siempre le llamé así “José Luis” era un amigo sencillo de los que predica con el ejemplo (raro espécimen por estos días en su institución y en las nuestras) enarbolando la psicología de la Liberación, asunto que nos unió más aún.
Sorteamos muchas aguas a través del tiempo y no en todo momento pensamos igual pero siempre la admiración y respeto por el ejemplo que fue, se mantiene intacto. Cuando levantamos el proyecto de Magister en Familia y más tarde la Escuela de Psicología ya con más colegas nos decía “quiero una escuela diferente, una escuela centrada en los más pobres, con un sello que la distinga de las demás, con un sello psicosocial, en donde nuestros estudiantes se la jueguen por los más necesitados, esa es la escuela que debemos buscar construir…” y en esa senda andamos aún querido José Luis. Como ves, aun nos queda tarea pero siempre estás con nosotros, Como cuando solo éramos muy pocos y hacíamos mucho, siempre serás el primero, aún hoy. Así que ya sabés, tu puesto está reservado para el asado de este Domingo, se lo que te gusta y se que jamás me hacés esperar porque siempre estás con nosotros, conmigo.”

N.Z.

“Por el año 2002 el padre José Luis dictaba clases en la escuela de pedagogía en Ed. Parvularia UBB, yo ya en segundo año de la carrera, tenía mí hijo de 1 año, y por una tradición familiar y social decidí bautizarlo por la iglesia católica, yo madre soltera, solicite una hora y la iglesia me puso trabas,una de ellas que los padrinos debían ser casados ya que “mí hijo necesitaba criarse en un contexto de familia tradicional”…fue ahí donde me dirigí a el Padre y muy angustiada le dije lo que había ocurrido…el me responde PERO QUE ABERRACION HIJA!, ESTO NO PUEDE SER POSIBLE…hablamos de tantas cosas…de lo humano y lo divino, de la vida, de los hijos de mí, de él…tan asertivo, tan humano, tan sacerdote, tan cálido, palabras tan oportunas… solo hizo una llamada para resolver el problema, recibí disculpas de aquella iglesia, pero eso no fue lo importante, fue su escucha, sus palabras, su empatía lo que marco en mí en ese momento ..agradezco esa conversación tan mía tan suya…solo gracias por ese momento…”

A.R.

“Cuando ingresé a la universidad él fue unos de los apoyos fundamentales dentro de la carrera de psicología, él siempre estaba para todos nosotros, sus alumnos/as, ya sea cuidándonos, dándonos palabras de aliento y entregándonos de su amor infinito. También su manera de hacer una psicología diferente, esto marcó un antes y un después en mi vida, puesto que esto hizo que pudiera ver el mundo desde otros puntos que quizás no había visto antes, haber conocido al Curi fue lo mejor que me pasó en la vida, pues su sello siempre estará y formará parte de mi formación profesional”.

M.L.H.

“A poco tiempo de llegar a trabajar a Chillán, conocí al Padre Jose Luis, en una oportunidad tuvimos que viajar a la comuna de El Carmen a constituir una organización de trabajadores, como no había espacio en la camioneta nos tuvimos que ir en la carrocería trasera a pleno aire, viento y polvo, a mitad de camino íbamos mas empolvados que un par de berlines y toco el techo de la camioneta para que parara en San Ignacio, estábamos irreconocibles así que notificó que el viaje no continuaba si a lo menos nosotros dos no nos servíamos algo liquido para despejar la garganta. Nos llevaron a una “picada” en San Ignacio, en donde le conocían, por lo que ambos nos servimos una caña de tinto pipeño y así pudimos seguir el viaje. Espectacular el Padre José Luis, una bellísima persona.”

J.F.

“Recibí mi primer sacramento del Padre José Luis, (bautizmo a los 22 años), y también primera comunión…. mientras Él me daba la comunión, el coro conformado en su mayoría por monjas religiosas cantaba… y Él con su tono característico me decía en voz baja… “puta… estas monjas desabridas pa cantar” …. en realidad eran otras las palabras exactas…(jajajqj, ya imaginarán, jajaj)… yo conteniendo risas… y enfocándome en la ceremonia… jajajja…. Otra:… fuimos de campamento por AUC a Cobquecura… (Alojábamos en el cerro El Calvario), e íbamos de excursión a la Iglesia de Piedra… caminando por la arena (como 6 km aprox…)… con nuestro respectivo “cocaví”… jajjaja… llegábamos a la iglesia (nos sentábamos cerca por supuesto)… y había mucho viento… Él se paraba… reclamaba diciendo… “Que aquí no se puede estar ni comer, tengo hasta las bolas con arenas…Nos vamos de regreso… juajajajaj…”

M.

“Por varios años, en mi matrimonio, sufrí violencia psicológica. En el año 2012 tuve la fortuna de tener al padre José Luis, como profesor de psicología en la universidad del Bío Bío. Gracias a todo su conocimiento y entrega, comprendí que estaba mal. Un día le pedí cita para ver si podía ayudarme. Con la buena voluntad que lo caracterizaba aceptó con gusto… Después de unas sesiones, me dijo que yo no era el problema, si no, mi ex marido. Recomendó que él también asistiera, costó mucho, pero fué. Pasado unas terapias, concluyó y su diagnóstico fué, que era él quién debía tratarse de manera individual.(ex marido) Obviamente no quiso. Eso me dió el valor y la fuerza para salir de ahí. Me separé y fué lo mejor que pude haber hecho. El padre José Luis, siempre estuvo ahí cuando lo necesité, cuando le pedí favores para unos amigos, siento que nunca retribuí todo lo que él hizo por mí. Me siento agradecida de Dios y la vida por haberme permitido conocerle. Él era y siempre será un tesoro humano.”

C.H.

El año 2005, siendo estudiante de la UBB, me toco hacer practica de trabajo social en un liceo muy vulnerable, con mucho conflicto y jóvenes de muy difícil manejo.. por lo mismo me costaba mucho trabajar y lograr los objetivos, y para finalizar el año quise organizar una actividad con los estudiantes y sus familias, e invite al Padre José Luis a dar una charla. El acepto de inmediato. El salón estaba lleno, fueron muchos padres y todos los estudiantes asistieron (la mayoría de muy malas ganas, ya que iban obligados). El padre rápidamente gano la atención de todos, sobre todo de los alumnos (que rieron mucho con este alegre y particular curita). Una vez que finalizo la exposición, los alumnos hicieron fila para saludarlo y me agradecían la actividad. En el 2010 o 2011, ejerciendo ya mi profesión, me toco realizar un diagnóstico participativo en ese mismo sector y grande fue mi emoción, cuando algunas personas señalaron que hacía falta más actividades como la que se había realizado una vez en el liceo con un curita español. Si, a pesar de haber pasado varios años aun la recordaban! ❤❤❤ Se preguntaran cual fue el tema de esa charla? Fue, la Esperanza.

C.R.

Como olvidar esos días Lunes en mi primer año de carrera, en que tenía la misión y la tarea de llegar a nuestra escuelita de psicología y de guiar al Curi hasta el aula en donde teníamos clase. En el camino hasta ese lugar siempre había una conversación donde no faltaban las risas y alguna sabia palabra de usted. Gracias querido Curi por confiar desde el primer día en mí y en mis capacidades. Gracias igualmente por sus correos tan lindos cuando yo tenía alguna duda con respecto a la asignatura.

M.G.C.

“Una noche estaba con un tremendo dolor de cabeza que no podía mover ni mi cuerpo. Sola pensé que me moriría de dolor. Sonó mi celular y lo único que hice fue tomarlo y escuché la voz del Padre que me decía: Toyita, sé que estás malita, cierra tus ojos y yo voy a orar por ti”. Fue lo único que escuché y desperté al otro día, a la misma hora de siempre y me fui a trabajar. Cuando lo vi que dije “Padre….y el me hizo un gesto de silencio. Lo conté a un profesor al tiempo des6y me dijo que él había escuchado muchas cosas y que él siempre pedía silencio. Siempre he pensado que mi querido Padre José Luis fue un Ángel en la tierra. 😪.”

V.LL.

“Josecito era de esas personas que siempre se tomaba el tiempo para hablar con todas las personas. Hay muchas historias para ilustrar su capacidad para acompañar y cuidar, incluso a la distancia. Hace unos años íbamos caminando cerca de un estacionamiento de la UBB, cuando un conductor baja de un camión de abastecimiento y lo aborda diciendo “¿usted es el padre del programa de la radio?” Cuando José le dijo que era él, le respondió “reconocí de inmediato su voz. Quiero agradecerle porque cuando estuve muy mal, sus palabras me ayudaron mucho a salir adelante“. José se emocionó y lo abrazó. También le agradeció”.

C.M.

“En mi deambular universitario buscando respuestas a una fe en Dios que sabía tenía pero no sabía cómo encauzar pase por muchos grupos religiosos. Ingrese a asociación de universitarios católicos de UDEC, cuya historia de vivencias era muy potente. El grupo organizo unas jornadas donde nos juntamos con AUC Chillán donde el padre José Luis pertenecía, el dio respuesta de fe a todas mis dudas, su charla interesante te transportaba desde lo humano a lo divino. Me dijo una vez: “muchos de los que creemos que sí irán al cielo no irán al cielo y los que nunca pensamos que sí irían al cielo van a estar al lado de Dios”

Es la pureza del alma.”

M.A.

Conocí al curi en primer año de universidad, unos años locos, por decir lo menos. Teníamos clases los lunes a primera hora, recuerdo que todos/as íbamos muy dispuestos/as a recibir tu experiencia, a hacernos pensar, a cuestionarnos todo. Tengo vivo en mi memoria todas las veces que nos hablaste con palabras “soeces” que nos dejaron pasmados/as, pero sólo al principio, luego nos dimos cuenta que este curi no era igual a todos, era especial, tenía un pensamiento, un sello, una distinción, la cual era escuchar y tolerar, más bien ser empático, eras capaz de ponerte en el lugar del otro, sin importar que fuéramos tan distintos/as. Tenías un gran corazón y supiste transmitirlo en esas clases tan dinámicas y llamativas que impartían… Curi, hiciste millones de cosas sin que nadie supiera, eras capaz de costear, si pagar, para que tus estudiantes que no podían pagar la U siguieran estudiando, seguramente ellos/as están agradecidos de tu bondad, pero estoy segura que no fuiste sólo eso. Un día conversando con alguien importante para mi, me preguntó por ti, me consultó sobre lo que nos hacías leer, yo contesté y él me dijo, que onda este cura?, lo quiero conocer. Curi, fuiste, especial, distinto, disfrutar, empático, bondadoso, cara de r…, cariñoso y ante todo una GRAN PERSONA. Te recordaremos siempre y no sólo en una ocasión especial.

P.V.E.